Un empleado bancario alemán debía depositar 64 euros pero no aguantó el cansancio y apoyó su cabeza en la tecla número dos.
Así fue cómo terminó realizando una operación que le costó el puesto a su supervisora. Más tarde, la mujer pudo comprobar que se trató de un error y la entidad financiera la reincorporó.
Cuando el empleado del banco transfirió por error los más de 222 millones de euros a un particular, el beneficiario del desliz no podía creer lo que estaba viendo en su cuenta bancaria, que había aumentado considerablemente, pero pronto el error fue corregido muy a su pesar.
El banquero alemán que cuando despertó de su pequeña siesta con todas las teclas marcadas en su cara, no se dio cuenta de lo que había hecho con su rostro, pero las consecuencias fueron más que desastrosas.
Al transferir por error más de 222 millones de euros y no 64, 2, la despedida fue la supervisora de comprobar este tipo de operaciones, una mujer que de 48 años que llevaba muchos años trabajando para la entidad.
Como asegura el portal de noticias de la BBC, la mujer despedida llevó a los Tribunales el caso que le dio la razón y tuvo que ser readmitida de nuevo en la entidad por entender que todo se debía a un error. Lo que se desconoce es si el banquero ‘dormilón’ volvió a trabajar en el banco.
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